Como dijimos alguna vez, fugitivas fue la encarnadura de un modo de ejercicio de política lésbico feminista queer, que se fue inscribiendo en nuestros cuerpos a partir de múltiples, diversas y desparejas acciones que alumbramos en estos 5 años. Tejidas en la trama cultural de un paisaje sindicado como "interior", exploramos en nuestras propias vidas la pulsión estética y política de construirnos de otro modo al modelo normativo que nos impone el heterocapitalismo patriarcal y racista y, a su vez también, un (hetero) feminismo hegemónico que silencia las disidencias.
Sin benevolencia alguna, aparecimos en la escena pública de neuquén a pesar de la lesbofobia y heterosexismo reinante, de la corrección política que amansa, de la iglesia hipócrita y sus sermones inquisitoriales, de la pobreza de nuestros bolsillos, de las expresiones sancionadoras de las lesbianas ocultas en el secreto a voces, de las miradas de reojo de compañerxs de otras luchas.
Experiencia sinuosa y efervescente de criar una lengua propia desde la certeza de que nuestros deseos son políticos y que una política del deseo te cambia la vida.
Sensibilidad y política, estética y sexualidades, poesía y cuerpo, imagen visual y espacio público, pasión y reflexión, humor y crítica, se fueron amalgamando en un dispositivo que intervino cada fibra de nuestra existencia, apostando -no sin conflictos- a la circulación del poder al interior del grupo. Queríamos otras prácticas, otras ideas, otra imaginación, otras identidades, otros cuerpos, y nos desafiamos a inventarlos, con retazos de historias de sufrimientos, de memorias de feminismos radicales, de afinidades en otras geografías, de viajes materiales y mentales, de disfrutes compartidos.
Hoy, la iniciativa grupal de fugitivas deviene en singularidades de trayectorias aleatorias y renovadas, que con porfía continuarán zigzagueando en los campos imprevisibles de las vidas al borde.
Agradecemos a todas las mujeres feministas heterosexuales lesbianas travestis trans varones que nos alentaron con fervor y participaron de las iniciativas, a lxs que nos criticaron también con vehemencia encomiable, a lxs que se animaron a poner el cuerpo bajo la bandera de la disidencia sexual, a lxs que nos amarramos temporalmente para ampliar y complejizar las perspectivas de acción política, a lxs que nos silenciaron con la espuria razón de ser las únicas, a lxs que nos regalaron insultos en ramilletes de sonrisas, a las que permanecieron siempre como espectadoras sin atreverse a cruzar la calle.
Pd: Para seguir en contacto con nuestras andanzas: