miércoles, noviembre 26, 2008

y taraaaaaaaan: Páginas 11 y 12




Páginas 9 y 10




Páginas 7 y 8




Páginas 5 y 6




páginas 3 y 4




Muestrario de Autodefensa para Niñas




Este 25 de noviembre, día internacional de lucha contra la violencia hacia las mujeres, las lesbianas feministas de fugitivas del desierto acompañamos la actividad que se realizó en el monumento a la(s) Madre(s) de la ciudad de Neuquén convocada por numerosas agrupaciones de mujeres de izquierda.
Para esta fecha confeccionamos un "muestrario de autodefensa para niñas", mediante textos y collages que intervienen:
* los discursos acerca de que la seguridad de las mujeres está fuera de ellas mismas, discursos que se articulan con los socialmente disponibles acerca de la "inseguridad", cuyos efectos no se traducen en mejorar las condiciones de vida sino en procesos de criminalización, penalización, encierro y la reprivatización de la vida mediante una política del miedo.
*los códigos visuales acerca de la construcción de los géneros -para distorsionar los estereotipos de la feminidad y masculinidad- que imponen violentas constricciones y restricciones a la vivencia del cuerpo de las niñas, diseñando su lugar de posibles "víctimas".
*los discursos mediáticos que espectacularizan los casos de violencia y abuso hacia mujeres y niñas, naturalizando y soslayando las construcciones políticas que favorecen la violencia sexista y heterosexista.
Lo colgamos aquí para que circule libremente, podés bajarlo, imprimirlo y ¡adelante!

martes, noviembre 18, 2008

Estupor cientifico


Científicos de la University of Alpedism de AlObama descubrieron ¡con horror! recientemente un caso de lesbianismo entre galletitas Variedades. Al abrir un paquete no para su estudio sino para su merienda, encontraron in fraganti en pleno acto sexual a una "boca de dama" con un "anillo rosado". Con celeridad alertaron a las autoridades para que sean retiradas de circulación esta variedad de licensiosas galletitas.

domingo, noviembre 16, 2008

intensidad


peregrinar al santuario pélvico con un

rosario de pezones entre los dientes


piedra libre para el

esfínter escondido,


todavía saboreo en

mi boca

el mensaje cifrado de esa

cama untada de nombres



valeria flores

miércoles, noviembre 05, 2008

La (h)onda lesbiana


¿Qué celebramos en esta marcha?


¿El consumo rosa, un estrenado hotel con habitaciones en dólares, una novedosa marca de ropa, otro bar gay-friendly? ¿Una nueva fiesta para pocxs? ¿Dónde están el disturbio sexo-político, el piquete de cuerpos reclamando y reivindicando los placeres prohibidos, psiquiatrizados, medicalizados?

Nuevas regulaciones sobre nuestros cuerpos, nuevas formas de sujeción.


La obediente docilidad mercantil asimila dignidad y capacidad de gasto.

Aceptar la asimilación con un silencio subvencionado -en aras de los dioses de la integración, del reconocimiento y de que nos saluden las vecinas por la calle- es perder el caudal de subversión de un movimiento que nació de la protesta y que debe seguir cuestionando un modelo social injusto y mortífero.


¿En qué prácticas late la disidencia a la norma heteropatriarcal?

La h-onda lesbiana es:

rabia acumulada por tanto derecho conculcado,

la denuncia de tantas agresiones y tanto silencio,

romper con el modelo uniformador del gay blanco clase media aceptado por su capacidad adquisitiva, que adquiere credencial de ciudadanía a través del consumo,

es júbilo, popular o no,

es el disturbio somático en las calles,

es plumas, lentejuelas, locas, machonas, femmes, drags, marimachas, lesbianas, chongos, trans, travestis, intersex, s/m, leathers, anarkxs, góticxs, punks, camioneras, discapacitadas, convivientes con vih, osos, migrantes, trabajadorxs precarizadas, maricas (y siguen las firmas), es ardiente persistencia del sentido crítico que continúa problematizando/incomodando las relaciones, los cuerpos, los sexos, géneros y sexualidades,

es expresión de nuestro poder subversivo y de rebeldía como disidentes sexuales que no perseguimos una política asimilacionista en un sistema hetero-capitalista, racista y xenofóbico,

es pulsión de feminismos disidentes y queer,

es invitación a imaginar otros modos de intervención política, otras vidas,

es evocación/denuncia de las múltiples desigualdades que atraviesan nuestros cuerpos,

es secuela de piquetes, de hambre, de pobreza, de pañuelos cubriendo la cara, ojos irritados de gas, de cantonera y nylon negro, de polvo y caries, de polenta y ratas,

es inservidumbre a la corporalidad hegemónica.


No renegamos de la conquista de derechos pero éstos no pueden convertirse en el horizonte único y excluyente del activismo socio-sexo-genérico que busca una política sexual radical.

Entonces, no esquivemos la pregunta: ¿Cuánto cue$ta la normalización?


Texto e imagen del volante repartido durante la última Marcha del Orgullo, en Bs As (1º de noviembre 2008).

domingo, septiembre 28, 2008

drags latinos a favor del derecho al aborto


28 de setiembre, día por la despenalización/legalización del aborto en América Latina y el Caribe.
¡Ni una muerta más por aborto clandestino!

lunes, septiembre 22, 2008

"La heterosexualidad como régimen político"




Ese fue el título del taller que nos juntó, el soleado sábado 20, a fugitivas, chicas y chicos anarquistas de la Corbata, feministas Desobedientes, Sin Cautivas e independientes en el cálido cobijo del Hormiguero Negro, el espacio libertario de calle Cipolletti, en Neuquén. Fue un encuentro donde se habló de todo un poco pero acaso más importante que lo que se dijo, fue esa energía, ese empuje, esa intensidad que todas y todos sentimos: las ganas -encarnadas- de un mundo distinto.

La palabra, junto al mate, pasaba de mano en mano y de a poco, entre anécdotas, teoría y risas, la heteronormatividad fue perdiendo los vestidos que la disfrazan de Naturaleza, ese corset que apena, constriñe, oprime, limita.

¡¡¡Cuidate, heterosexualidad obligatoria... te están buscando!!!

martes, agosto 19, 2008

Insurrectas. Por una imaginación sexo-política radical


En el biocapitalismo, que produce ideas móviles, órganos vivos, símbolos, deseos, reacciones químicas, estados del alma, el control se convierte en cuerpo. Nos equipan para asegurar nuestra complicidad con las formaciones represivas dominantes. No sólo se produce riqueza, también se producen cuerpos, afectos y sentimientos. Una subjetividad cuyo modo continuo de desear se convierte en el peor encierro. Un deseo regulado por el Estado y confiscado por las empresas. La maximización de los beneficios se obtiene por la plusvalía sexual de los cuerpos.

¿El Estado? Administra las sobras, “¿cómo hemos podido dejarle al estado la gestión del deseo, de la fantasía sexual, del sentido de habitar o no el cuerpo propio? ¿o habría que decir el cuerpo-del-estado?” (b. preciado). Nuestra inteligencia detecta un fascismo amplificado. Medicalización, criminalización, judicialización, militarización, privatización, componen una gramática de la inquisición del siglo XXI.

Somos cuerpos de tortilleras, migrantes, indígenas, putas, travestis, pobres, trabajadoras precarizadas, desprovistos de toda condición cívica, de estatuto legal o político.

Por eso, nuestro cuerpo es el enclave de las continuas disputas de poder. Es preciso crear una operación de desprogramación de los códigos de la normalidad, traicionando lo que la sociedad ha querido hacer de nosotrxs.

- Nuestra misión: el desorden, para trazar una geografía de micro-insurreciones, que construya un tejido comunitario under para resistir la erradicación de saberes y poderes que provienen de la disidencia sexual. Desorganizar el cuerpo, el género, los modos de hacer sexo.
- La estrategia: una imaginación profusa y delirante, negándonos a ser el cuerpo de la seguridad pública.
- El campo de combate: cualquier lugar, la casa, la escuela, la oficina, la fábrica, la calle, pero principalmente, nuestra imaginación. Saquear el capital, sus imágenes, sus tecnologías, sus dispositivos, sus mapas, dejar de hacer sexo para el capital. La seguridad es el terreno de punición de nuestras rebeldías.
- Requerimientos básicos: sobredosis de hastío y ganas de convulsionar la pasividad y el estigma.
- Algunos recursos disponibles: ficciones políticas construidas por los feminismos disidentes y queer, un análisis sexopolítico de la economía mundial, el arte y activismo como contra-laboratorios virtuales de producción de identidad. Micro-dosis de alquimia y herejía. Fabulaciones de la multiplicidad de deseos, prácticas y estéticas.

La praxis de insurrectas deviene saber experimental, transformación de conductas sexuales, invención de nuevos lenguajes. Nuestro cuerpo es la plataforma que hace posible la materialización de la imaginación política, conector somático a través del cual circula el poder.
El imaginario de insurrectas no adhiere y combate a la tentación mesiánica: “alguien vendrá a salvarnos”, y a la tentación apocalíptica: “no hay nada que hacer”.

Escribe el manual de la insurrección con tu propio cuerpo.


trolas del desierto, lesbianas pendencieras
neuquén
agosto 2008







martes, agosto 12, 2008

Ni tsunami ni Katrina: Potencia Tortillera en XXIII ENM


¡Se viene Potencia Tortillera al 23 Encuentro Nacional de Mujeres, en Neuquén!

jueves, julio 24, 2008

contra la sojización, poetización



Una variedad de animales encaminándose hacia el salón proclamando "abrir las jaulas, derrumbar jerarquías", la agudeza del texto "poesía de subsidio" horadando las paredes de la Casa de la Lectura, remeras de gesto combativo interrogándose "¿quién marchará por la poesía?", los libros desprendiéndose de una valija dispuesta a hacerlos fluir, el vinito y la sal de las papas agitando las bocas, el murmullo de la escucha en busca del sonido que arriesga la poeta, la sala a oscuras, las imágenes sorteando el movimiento y ella, sentada a la orilla del escalón, ofreciendo sus palabras a una ciudad ensimismada y empecinada en enterrar toda voz de desacato. Allí, en Buenos Aires, la cutralquense fugitiva Macky Corbalán presentó, el miércoles 16 de julio, su tercer libro de poemas "Como mil flores" en medio de una urbanidad asolada por la fiebre de las sirenas y las calles sembradas de una fascismo que no cesa.

Educadorxs disidentes sexuales

Lista electrónica Educadorxs LGTTTBI

EDUCADORXS LESBIANAS, GAYS, TRAVESTIS, TRANSEXUALES, TRANSGENEROS, BISEXUALES, INTERSEX

§ Para trabajadorxs de la educación, de cualquier nivel, que sean lesbianas, gays, travestis, trans, intersex, bisexuales
§ Para estimular las narrativas en primera persona como modo de articular una pedagogía "encarnada"
§ Para quienes se interesen en articular los estudios queer y feministas con el campo educativo
§ Para quienes le ponemos el cuerpo, sexualidad y género a la experiencia educativa
§ Para compartir tanto las experiencias de visibilidad como de discriminación
§ Para quienes están interesadxs en reflexionar sobre la heteronormatividad en educación, con la especificidad que cada nivel requiera
§ Para quienes tengan el impulso de reflexionar sobre las prácticas como modo de autoformación y producción de saberes
§ Para estimular prácticas anti-autoritarias, anti-represivas y anti-normativas en educación
§ Para pensar en condiciones de trabajo menos hostiles para quienes nos identificamos con una identidad sexual o de género no hegemónica

Si estás interesadx en suscribirte a la lista, podés mandar un mensaje a educadorxs@gmail.com

Una iniciativa de:
Sonia Gonorazky, profesora de física, activista de la Revista Baruyera una tromba lesbiana feminista (Bs. As.- Argentina)
Valeria Flores, maestra, activista de fugitivas del desierto - lesbianas feministas (Neuquén - Argentina)

martes, julio 22, 2008

Una marimacha en Uruguay


Aye, una de nosotras, tortas fugitivas, participó -en junio pasado- del Foro "Por los caminos del empoderamiento de las mujeres", organizado por REPEM y realizado en Montevideo (Uruguay). Le tocó hacerlo en la mesa sobre "Identidades Políticas: Placer y Deseos". Esta es parte del texto que leyó.

Fugitiva La marimach@

Como parte de fugitivas, la reflexión, lectura y discusión de textos de escritoras lesbianas y queer y el mismo activismo del día a día, primero me permitió revisar mi historia personal, y reconciliarme con aspectos de mí que fueron sancionados a través de la vergüenza, por ejemplo mi elección de la vestimenta (el uso de boina, la ropa suelta, etc.); cuestionar mis lazos socio-afectivos (como “la familia” y “los amores”); revalorizar saberes –tecnologías- de los que me apropié clandestinamente (por ejemplo el uso de la máquina de afeitar como productora de mayor pilosidad).

Siempre tuve la idea –primero difusa- de que el cuerpo era una construcción y el avanzar en este camino de tensionar la teoría con la calle como lesbiana feminista visible las 24 hs, me ha permitido encarar la “construcción” de una identidad “marimacha” -palabra que primero me llegó como insulto pero que, sin embargo, me permitió tempranamente moverme, experimentar, en un espacio entre los géneros-, con la que encarar los placeres y deseos a mi modo, diseñados por mí, elegidos por mí.

Como activista lesbiana feminista aprendí a reconocer –y a construir- la identidad como una ficción política: llamarnos lesbianas, ser lesbianas en todo momento es una ficción necesaria para la acción política de denunciar –con arte, teoría e hiperrepresentación- el carácter construido de ciertas normas que la sociedad capitalista, heteropatriarcal y racialmente estructurada, presenta como naturales. Así participar de fugitivas es lo que me permitió recuperar aquella “marimacha” adolescente silenciada, asexuada, avergonzada, ocultada para resignificarla y empoderarla.

En este sentido, me parece de suma importancia para el activismo y la posibilidad de potenciar la proliferación de deseos y placeres, recuperar y profundizar la dimensión micropolítica de la construcción de los cuerpos, ese nivel de cada tentativa de resistencia o de sumisión al control. Contemplar esos mínimos desvíos en los códigos normativos que los cuerpos disidentes experimentan/mos al desorganizar los modos autorizados y convencionales de vivir las corporalidades, y por ende la subjetividad, ejerce un descentramiento de la macropolítica, la cual sólo se concentra en la relación con el Estado.

Mi “marimacha” no se depila no como un acto de naturalidad sino de completa decisión política, tengo la palabra misma tatuada en mi vientre (marca permanente de lo transitorio), utilizo calzoncillos a la vista, cadenas como accesorios (contra la bijouterie “femenina”), no uso corpiño o sostén, me visto con pantalones anchos, parodio la “caballerosidad” y la “masculinidad”, entre otras decisiones. Cada uno de estos gestos son actos de resistencia o pretenden intervenir críticamente los códigos de feminización de los cuerpos, y conllevan formas sociales de sanción y exclusión por no responder al modelo estándar de “mujer femenina”.

Socavar las rígidas identidades binarias del género, actuando “marimacha”, desnaturaliza y desestabiliza sus representaciones de normalidad y naturalidad, permitiéndome un flujo entre un sinnúmero de posibilidades corporales.

Asimismo, esta “performance” permite a otras personas preguntarse sobre sí mismas, interpela subjetividades, abre posibilidades corporales diversas así como modos de sensualidad y sexualidad fluidos, porque –como decíamos- el cuerpo es un campo de acción política, sino basta con recordar las acciones feministas, la teoría y demandas trans e intersex, las corporalidades disidentes de travestis, trans, intersex, lesbianas marimachas y maricas femm.

Nosotras, lesbianas históricamente invisibilizadas nos vimos compelidas a recoger esas demandas y volver a desandar nuestras propias concepciones de cuerpo y las ficciones de naturaleza que nos enseñan desde apenas nacidxs.

Bien lo dice Beatriz Preciado: “El ansiado cuerpo normal es el efecto de un violento dispositivo de representación, control y producción cultural” (2007); así, eligiendo conscientemente el campo de acción de las micropolíticas del cuerpo es que apostamos a re-apropiárnoslo a nuestra manera insumisa.

Ayelén Brunet

lunes, junio 30, 2008

28J Instalación ¿cuál es tu ROLLO?


Ni permiso ni perdón, deseos en rebelión




* Me dijiste que era un enfermo

28 de junio – Día del orgullo Lésbico- Travesti-
Intersex- Bisexual- transexual- Gay y de todos los deseos en rebeldía

* Me mandaste al psicólogo para curarme

28 de Junio día de revuelta callejera y
resistencia contra la policía en 1969

* Me dijiste que entre los trabajadores no había putos

28 de Junio día de visibilidad y lucha
contra el orden heteronormativo,
capitalista, patriarcal y racista

* Me dijiste que los travas eran tipos degenerados

28 de Junio día contra la vergüenza y el silencio

* Me dijiste que no me acercara a ella porque era lesbiana

28 de Junio día de fiesta para combatir el estigma

* Me dijiste que me fuera de casa por marica

28 de Junio día de reclamo por nuestros derechos

* Me dijiste que me merecía la muerte por ser trola

28 de Junio día de expresión pública
de nuestros cuerpos insumisos

* Me dijiste que no volviera nunca más a casa con mi novio

28 de Junio día de reflexión para
los y las hetero acerca de su propia identidad

* Me dijiste que ya se me pasaría, que era un capricho

28 de Junio día de rabia contra la discriminación

* Me dijiste que me quedaría sola

28 de Junio día de amores inconvenientes

* Me dijiste que las familias de bien no tenían perversos

28 de Junio día de furia contra la obligatoriedad
de un único modo de vivir el género

* Me dijiste que el que se la come se merece que le peguen una paliza

28 de Junio día de estallido de nuestras voces
contra la opresión y la explotación

* Me dijiste que era una mal cogida, que no encontré al hombre indicado

28 de Junio día de
contarnos los dolores públicamente

* Me dijiste que era inmoral

28 de Junio día de estar juntas y juntos
para nombrar a nuestros muertos y muertas
por el asesinato, la indiferencia, la tortura y el olvido.

* Me dijiste que me callara la boca, que no dijera que era torta

28 de Junio día de placeres subversivos

* Me dijiste que nadie debía enterarse

28 de Junio día de multiplicación
de las opciones de goce y lucha

* Me dijiste que nuestro amor era pecado

28 de Junio día de invención de afectos

* Me dijiste que no tenía futuro

28 de Junio día de imaginación desatada

* Me dijiste que rezando se me pasaría

28 de Junio día de múltiples erotismos y sabores

* Me dijiste que me violaron por mariquita

28 de Junio día de desterrar
normas y prejuicios construidos

* Me dijiste que una paliza me haría entender

28 de Junio día de reivindicación
de las prácticas sexuales no-reproductivas

* Me dijiste que la maestra sospecharía

28 de Junio día de denuncia
de la iglesia inquisidora e hipócrita

* Me dijiste que dejara en blanco esa parte de la planilla, que no la completara

28 de Junio día de memoria empecinada

* Me dijiste que iba a tener problemas

28 de Junio día de exigencias iracundas

* Me dijiste que no te tocara en público

28 de Junio día de lucha política y sexual

* Me dijiste que no me saludabas para que no pensaran mal

28 de Junio día contra la persecución del
silencio, la tolerancia y la corrección política

* Me dijiste que a los de mi clase habría que exterminarlos

28 de Junio, día contra la
violencia de la ignorancia

* Me dijiste que estaba confundida

28 de Junio, día de certezas y dicha

* Me dijiste que era una etapa, que volvería a ser normal

28 de Junio, día contra toda
normalidad, ley, código y moral opresiva

* Me dijiste que si lo daba a conocer perdería privilegios

28 de Junio, día de lucha
contra los micro-fascismos cotidianos


* Me dijiste por qué me quejaba si puedo viajar e ir a hoteles sólo para gays

28 de Junio, día contra
la mercantilización de las identidades
por las políticas neoliberales

* Me dijiste que me ibas a conceder la posibilidad de casarme

28 de Junio, día para decirle al Estado
que no le delegamos el derecho
a decidir cómo vivir nuestros cuerpos, afectos y placeres

NI PERMISO NI PERDÓN, DESEOS EN REBELIÓN

fugitivas del desierto – lesbianas feministas
Neuquén, 28 junio 2008

miércoles, mayo 28, 2008

El persistente afán de provocar: feminismos, prácticas artísticas y producción de subjetividades


Texto preparado y leído en:

1968 - MAYO – 2008
Jornadas Culturales en Bellas Artes - A 40 años del Mayo Francés
"La imaginación al poder"
27 de mayo del 2008 - Neuquén




Hasta el capuchón en que habito, desde muy lejos, me llegan el latir del mundo, sus silbidos y alaridos, con los cuales me atreví a armar, soñando, estos gajos, estas misas con luz violeta.

Marosa di Giorgio. “Misales”



Fugitivas del desierto es la encarnadura de un modo de existencia provisional e híbrido, arrastrada por pulsiones múltiples y dispares. Perseguimos ampliar los horizontes de nuestra libertad, atreviéndonos a "ser otras", distintas de las que nos asignan en forma predeterminada; denunciamos a través de la visibilidad lésbica, el carácter construido de ciertas normas que se presentan como naturales, haciendo especial eje en la heteronorma (esa ficción que pretende hacernos creer que la heterosexualidad es natural). Ensayamos la vertebración de un activismo radical que se erige en primera persona –y autofinanciado- en un contexto marcado por el avance de los fundamentalismos de mercado, de derecha y religiosos.

Para ello, creamos dispositivos de intervención política a través del arte; en ese marco, nada nos es ajeno para expresar -con lenguajes que se combinan en su posibilidad de caos- nuestra mirada corrosiva del mundo. Nuestras acciones políticas devienen de articular teoría, política y arte, que primero hacemos pasar por nuestras propias vidas y cuerpos, siendo siempre esas acciones situadas, es decir, pensadas y configuradas para un determinado espacio socio-político y urbano.

Nuestro repertorio de prácticas provienen de múltiples saberes que se entrelazan, allí están: el comic, el tatoo, la poesía, la ciencia ficción, la novela policial, la pedagogía crítica y postcrítica, la filosofía contemporánea, las artes visuales, el diseño gráfico, el vegetarianismo y la preocupación por el invisible y persistente genocidio de animales, las disciplinas orientales, la teoría queer y feminista, la informática, los estudios culturales, las prácticas sexuales no-reproductivas, etc. Saberes que nos constituyen a nosotras mismas y a partir de los cuales montamos la acción (textos poético-políticos, instalaciones, intervenciones urbanas, objetos-políticos, etc). Desde un contrapunto irónico y con ánimo intrépido e inconformista, dejamos nuestras marcas deliberadas polisémicas en el espacio público, desafiando y provocando –seduciendo- al común de la gente a su lectura/interpretación. Sexualizamos la escena cotidiana, ponemos en evidencia el poder de la marcación del sexo y sus asimetrías; la lesbianizamos, haciendo visibles los placeres sumergidos y prohibidos.

Si pensar es una máquina de guerra, según Deleuze, estamos aquí para establecer unas posibles coordenadas semióticas-materiales de lectura de aquel acontecimiento de agitación político-cultural que fue el mayo francés del ’68, desde nuestras topografías corporales que se alzan en este mundo del capitalismo post-industrial. Por eso, nos imaginamos al encarnar fugitivas como un laboratorio de recursos contra-hegemónicos desde el cual activamos prácticas y estrategias de resistencia mediante un trabajo creativo que cuestiona los límites de la privatización de los conocimientos.

Definidas por los dispositivos de control de la sexualidad como mujeres, nosotras queremos intervenir ese modelo normativo que restringe y constriñe los usos del cuerpo en función de su genitalidad, para montar otros placeres y afectividades de acuerdo a nuestros deseos. Nos autodefinimos como lesbianas, una identidad política que usamos para marcar una línea de visibilidad ante la normatividad sexual impuesta por el régimen político de la heterosexualidad que decide ignorarnos, silenciarnos, negarnos. Enunciarse como lesbiana es entonces hacer frente a un modo de vivir el deseo que es expulsado del espacio de lo nombrable e imaginable en el espacio social, del orden legítimo del mundo. Es asumir el lugar de la abyección, una identidad proscripta y despreciada, para hacerla productiva y habitable en nuestros propios términos.

Adscribimos a una política identitaria en tanto ficción necesaria para la acción política, por ese motivo nos afirmamos como lesbianas en todo espacio en el que se nos niegue la existencia. A su vez, incitamos a la proliferación de identidades como forma de deconstruir la identidad monolítica y ampliar los espacios de identificación y enunciación ante la norma binaria heterocentrada que nos naturaliza como hombres o mujeres, masculinos o femeninos, homosexuales o heterosexuales. Ya sabemos, pues, que lo que se nos quiere presentar como una cuestión de preferencias sexuales, en realidad son procesos disciplinarios, tecnologías de género, re-naturalización de mayorías y minorías sexuales para reforzar los marcos capitalistas-patriarcales. Por ello, tener derecho a nombrarse equivale a tener derecho a vivir.

Somos feministas porque articulamos nuestra mirada del mundo a partir de sacudir las ficciones de naturaleza que los regímenes normativos nos imponen para vivir nuestras vidas. El feminismo es para nosotras una praxis que articula esferas que el sistema de pensamiento occidental y cristiano, nos presenta como separados: cuerpo/mente, público/privado, razón/emoción, entre muchos otros. Las teorías feministas han subrayado el carácter social y políticamente construido de los sexos, los géneros y las sexualidades, criticando la concepción autónoma y universalista de la representación y desenmascarando las estructuras de poder que la hacen posible.

Las aportaciones del feminismo, tanto epistemológicas como políticas, son fundamentales para comprender las condiciones de posibilidad para inventar otros sujetos, otros modos de intervención política. Sin embargo, todavía persiste el estereotipo del feminismo como “odio hacia los hombres”, que es una forma de desactivar su potencial político.

Nos apropiamos e intervenimos en la producción de un feminismo queer, que es el emergente teórico y político de las derivas y mutaciones de los distintos feminismos. Ya no se ocupará sólo del sujeto “mujeres” y la desnaturalización de las desigualdades de género, sino que tenderá a subvertir las convenciones de género, socavando la representación del mismo como algo auténtico, normal y natural, además se interesará por la creación de identidades fluidas, no binarias, como forma de deconstruir la identidad y de desestabilizarla, así como ofrecer espacios de identificación a una gama de posibilidades corporales más amplia. Estos movimientos de deseos y cuerpos disidentes han puesto en cuestión la división tradicional entre espacio público y privado, a través de las luchas por el acceso a la visibilidad en el espacio público y, a su vez, han suscitado críticas radicales de lo que Foucault llamaba las "arquitecturas de encierro" (el espacio doméstico, el colegio, el hospital, la fábrica, etc.), entendiendo estos dispositivos espaciales como tecnologías de producción y control de la subjetividad. Sin embargo, en nuestra región todavía sigue existiendo cierto pánico sexual en otros movimientos sociales, como de derechos humanos, trabajadoras/as, estudiantiles, etc., que siguen secundarizando cuestiones de género y sexualidad o lisa y llanamente negándolas.

El feminismo como teoría del discurso o como teoría crítica de los géneros/sexos sigue siendo prácticamente ignorado institucionalmente, al tiempo que manipulado y cosificado en gran parte de los casos en que se utiliza desde una perspectiva que termina neutralizándola como teoría crítica. Esto les hurta la posibilidad a las mujeres hetero, lesbianas, gays, travestis, bisexuales y personas intersex de comprender la ingeniería del sufrimiento a las que nos somete el orden sexual dominante y cómo intervenir para boicotearla.

Queremos traer al presente una consigna del mayo francés que condensa la relación entre vida, política y arte, para pensarla en estas coordenadas y activar su novedad radical en el contexto actual. “La imaginación al poder” es la herencia de ese momento de convulsión, pero su potencialidad no puede re-actualizarse sin pensar el presente, es decir, el momento histórico que nos ha tocado vivir, que ya no es el mismo que el de aquellos años (recordemos sino los disturbios en Francia del 2005, protagonizados también en su mayoría por estudiantes pero impulsados por tensiones raciales, religiosas y, sobre todo, por la miseria a que se ven sometidos). Sólo para nombrar algunas mutaciones del mundo, el capitalismo se ha rearticulado con ferocidad y ahora son las leyes del mercado las que tienen el poder constituyente de subjetivación. El Estado ha transformado su función y se convirtió en un mero administrador de recursos cada vez más escasos en las democracias liberales.

La imaginación del siglo XXI es una compleja trama de imágenes digitadas por los códigos publicitarios, el cine y video, la televisión, Internet y los juegos electrónicos (quien más, quien menos tiene acceso a alguna de estas instancias). Ni siquiera el cuerpo contemporáneo es el mismo, construido bajo distintos modelos políticos, que afectan de manera distinta a los diversos órganos. Por ejemplo, la nariz es un órgano regulado por las leyes del mercado tecno-mediático y se constituye en propiedad privada de los sujetos; lo mismo podemos pensar de los senos: somos libres -mientras tengamos el dinero para ello- de intervenirlas mediante una cirugía plástica, sólo que ahora es el mercado el que nos disciplina a crear cuerpos definidos por una feminidad estándar, hegemónica, normativa e incitada por el ojo pornográfico del tecno-capitalismo. Mientras tanto, el pene, la vagina y el útero continúan siendo órganos estatales y no le pertenecen al sujeto, ya que cualquier transformación que querramos hacerles tendrá que pasar por un protocolo médico-psiquiátrico establecido por el Estado. En este sentido, los cuerpos de las mujeres siguen siendo capturados por la maquinaria estatal y el control religioso, al no disponer del derecho al aborto, entre muchas otras cuestiones. Hay una mayor visibilidad -alentada por los medios y el consumo- de las identidades sexuales no normativas (gays, lesbianas, travestis, pero en especial de los primeros por su poder adquisitivo y la promoción del capitalismo “rosa”), sin embargo, somos cuerpos despojados de cualquier tipo de derecho, como también lo son las/os pobres, las/os migrantes, los pueblos originarios. La precarización del trabajo y de la vida es el signo de estos tiempos.

Entonces, ¿cómo intervenir hoy en este marco de transformaciones económicas, políticas y sexuales que se afianzan en generar plusvalías a partir de nuestros cuerpos en los espacios públicos instituidos por el capitalismo postfordista? ¿cómo pensar la consigna la “imaginación al poder” frente a la super-explotación capitalista, la exacerbación del racismo, la vigencia del hetero- patriarcado?

La apuesta, desde nuestro lugar, como lesbianas feministas anticapitalistas es doble, porque es estética y política. Política porque insiste en la tarea de pensar qué queremos/deseamos de nuestras vidas y cuáles son las condiciones de posibilidad para que otros modos de vida tengan lugar. Hacer política significa pensar cómo las ideas se traducen en análisis del propio contexto político y en la manera de intervenir en el mismo para cambiarlo. Y también es una apuesta estética porque estos modos de existencia se articulan en maneras particulares de expresión y producción de signos y símbolos, es decir, requiere de sensibilidades indómitas que politicen la vida cotidiana. No hay un sentido definido de antemano en esta consigna, porque sino trituramos todo esfuerzo de desciframiento y alentamos su cristalización en dogma.

Queremos enfatizar, en este sentido, algunas argumentaciones que sostienen la trama de estas apuestas, porque para que tenga lugar la mutación hay dejar de ser engranaje, un o una mansa autómata, que funciona irreflexivamente y obedece consignas, reproduce modelos. Adoptar una actitud de extrañeza frente a la escena para que deje ser natural requiere alfabetizarnos en los códigos normativos. La propuesta es pensar dos supuestos que operan al momento de nuestra acción.

En primer lugar, entender el poder en términos de relación. No es una propiedad que se detente desde una instancia única (Estado, padre, sujeto) y se imponga en un único sentido, no es algo que se posee, ni algo fijo. El poder es una relación, algo móvil, fluido y capilar que se encuentra en todas partes y se ejerce desde distintos puntos repartidos en una red de relaciones múltiples. El poder es inherente a las relaciones sociales, no hay relación que esté exenta de poder, y son en esas relaciones que se producen los sujetos. Todo poder implica un saber; saber y poder se implican mutuamente, produciendo un régimen de verdad. Es por ello que el poder, desde la perspectiva de Foucault, se comprende como “productivo”. En este sentido, la sexualidad es construida como un cuerpo de saberes que modela las formas como pensamos y conocemos el cuerpo, por lo tanto, el control no opera a través de la negación o de la prohibición, sino a través de la producción, de la imposición de una red de definiciones sobre las posibilidades del cuerpo. La forma contemporánea que adquiere la relación entre poder y saber es la de la biopolítica. “Gobernar la vida significa trazar sobre el campo continuo de la población una serie de cortes y de umbrales en torno a los cuales se decide la humanidad o la no-humanidad de individuos y grupos, y por lo tanto su relación con la ley y la excepción, su grado de exposición a la violencia soberana, su lugar en las redes –cada vez más limitadas, más ruinosas, en la era neoliberal- de protección social”. (Giorgi, 30-31).

Donde hay poder, hay resistencia reza el axioma contestatario. En este sentido, nos interesa destacar la micropolítica como un escenario político en el cual nos constituimos y que ha quedado obturado y descalificado por ciertas concepciones ortodoxas del poder. No podemos esperar -o delegar -que el Estado abra nuevos territorios de existencia, esa es una tarea que implica un trabajo personal que hay que realizar. En la micropolítica emergen los pequeños relatos, esos que dan cuenta de los mínimos desvíos o líneas de fuga en los códigos normativos e institucionales.

En segundo lugar, entendemos que el arte es una práctica cultural y política que produce subjetividades. Todo arte es político. El arte feminista ha puesto en cuestión todos los códigos sexuales y ha llevado a un primer plano la problemática de la representación: quién representa a quién y con qué intereses. Esta operación ha permitido desmontar los estereotipos sobre las mujeres que, con las representaciones hegemónicas, buscan perpetuar su inferioridad social y minorizarlas socialmente. El arte feminista cuestiona el orden social y cómo se construye, siendo el cuerpo la exploración central porque condensa las categorías de género, sexo, sexualidad, además de la de raza, clase, etc. Bárbara Kruger –artista feminista- afirmaba que el cuerpo se ha utilizado como un campo de batalla.

Parte del debate en torno a mujer y creación se centra en precisar la diferencia entre “estética femenina" y "estética feminista”. “La definición de “estética femenina” suele connotar un arte que expresa a la mujer tomada como dato natural (esencial) y no como categoría simbólico-discursiva. formada y deformada por los sistemas de representación cultural. Arte femenino sería el arte representativo de una feminidad universal o de una esencia de lo femenino que ilustre el universo de valores y sentidos (sensibilidad, corporalidad, afectividad. etc.) que el reparto masculino-femenino le ha reservado tradicionalmente a la mujer, sin poner en cuestión la filosofía de la identidad que norma la desigualdad de la relación mujer (naturaleza)/hombre (cultura, historia, sociedad) sancionada por la ideología sexual dominante. En cambio, la "estética feminista” sería aquella otra estética que postula a la mujer como signo envuelto en una cadena de opresiones y represiones patriarcales que debe ser destruida mediante la toma de conciencia de cómo se ejerce y se combate !a superioridad masculina. Arte feminista sería el arte que busca corregir las imágenes estereotipadas de lo femenino que lo masculino-hegemónico ha ido rebajando y castigando. Un arte motivado, en sus contenidos y formas, por una crítica a la ideología sexual dominante. Y más complejamente: un arte que interviene la cultura visual desde el punto de vista de cómo los códigos de identidad y poder estructuran la representación de la diferencia sexual en beneficio de la masculinidad hegemónica”. (Richards, 47)

La cuestión política de la producción de subjetividad es el frente de batalla principal para todo proyecto que busque reconstruir algunos puentes y anudamientos entre lo político y el arte, potenciando los imaginarios radicales. Por eso, es prioritario interrogar el supuesto idealista-burgués de la estética como contemplación pura y desinteresada de lo bello, en nombre del materialismo critico de una concepción del arte como práctica de signos inserta en las tramas de antagonismos y confrontaciones de la materia social, que permita que lo disidente, anormal, inferior (llámese: mujeres, lesbianas, etc) ejerza su fuerza político-discursiva de desorganización de los mensajes culturales petrificados.

En este sentido, atreverse a tomar parte en las políticas del sentido desde posiciones discursivas discrepantes y no lineales, desde nuestros deseos inadecuados, es aventurar para la consigna “La imaginación al poder” la potenciación critica de aquellas búsquedas tendientes a relacionar las dinámicas de constitución de identidades que huyen de la normalidad -conformadora de sujetos “legítimos” y subjetividades inteligibles- con la creación de nuevos lenguajes y formas culturales que disloquen/desplacen/confronten sus signos con los de la estética dominante.

Se trata entonces, de tomar una decisión: reconfirmar lo ya acordado o buscar audazmente desregular el convenio de formas establecidas poniendo en conflicto los pactos de significación dominante que transan unilateralmente signos, valores, poderes. En la primera opción encontramos que la relación arte-política se distiende y relaja en los acomodos burocrático-administrativos, que hoy invitan al artista a renunciar al radicalismo crítico para dedicarse a la maniobra gestionaria (ver sino la cooptación K). Así nos convertimos en consumidores dóciles de técnicas artísticas, de las técnicas de producción de nuestros cuerpos, de consignas políticas, de deseos predeterminados, de palabras autorizadas, de diálogos cosificados.

En la segunda opción, nos arriesgamos a la construcción de estéticas perturbadoras, mediante la estimulación de las microzonas de agitación y revuelo que sacudan el equilibrio normativo de lo dictado por hábito o conveniencia, creando disturbios en la organización semiótica de los mensajes que producen y reproducen el consenso institucional; ejercitando prácticas desviantes, movimientos en abierta disputa con las tendencias legitimadas por los vocabularios conformistas y recuperadores de la fetichización académica, de la mercantilización estética o de la ideologización política.

Como activistas que establecemos una articulación entre estética y política no podemos dejar de preguntarnos cuáles son los mecanismos de desmontaje crítico que permiten subvertir la organización heteropatriarcal y capitalista de los registros sociales de fabricación de sentido. La insumisión de la experiencia tanto del/la estudiante francés/a del ‘68 como la del/la hacker de cualquier tipo de sistema del siglo XXI, es una huella disponible en la cartografía de la disidencia.Recapturar la imaginación política que articule luchas de interés (luchas reivindicativas de derechos) con luchas de deseo (luchas expresivas de las opciones de cambio que buscan rediagramar la microcotidianeidad social) es tal vez la forma radical de astillar un presente tan uniforme y mediocre.

Las palabras hacen posible los gestos mínimos que dan lugar a las grietas de la potencia intempestiva. Estos son nuestros pequeños gajos, tan intensamente eróticos como los de Marosa, armados con la luz del arco iris, y también con colores que aún no tienen nombre.


fugitivas del desierto- lesbianas feministas / mayo del 2008.-