martes, agosto 19, 2008

Insurrectas. Por una imaginación sexo-política radical


En el biocapitalismo, que produce ideas móviles, órganos vivos, símbolos, deseos, reacciones químicas, estados del alma, el control se convierte en cuerpo. Nos equipan para asegurar nuestra complicidad con las formaciones represivas dominantes. No sólo se produce riqueza, también se producen cuerpos, afectos y sentimientos. Una subjetividad cuyo modo continuo de desear se convierte en el peor encierro. Un deseo regulado por el Estado y confiscado por las empresas. La maximización de los beneficios se obtiene por la plusvalía sexual de los cuerpos.

¿El Estado? Administra las sobras, “¿cómo hemos podido dejarle al estado la gestión del deseo, de la fantasía sexual, del sentido de habitar o no el cuerpo propio? ¿o habría que decir el cuerpo-del-estado?” (b. preciado). Nuestra inteligencia detecta un fascismo amplificado. Medicalización, criminalización, judicialización, militarización, privatización, componen una gramática de la inquisición del siglo XXI.

Somos cuerpos de tortilleras, migrantes, indígenas, putas, travestis, pobres, trabajadoras precarizadas, desprovistos de toda condición cívica, de estatuto legal o político.

Por eso, nuestro cuerpo es el enclave de las continuas disputas de poder. Es preciso crear una operación de desprogramación de los códigos de la normalidad, traicionando lo que la sociedad ha querido hacer de nosotrxs.

- Nuestra misión: el desorden, para trazar una geografía de micro-insurreciones, que construya un tejido comunitario under para resistir la erradicación de saberes y poderes que provienen de la disidencia sexual. Desorganizar el cuerpo, el género, los modos de hacer sexo.
- La estrategia: una imaginación profusa y delirante, negándonos a ser el cuerpo de la seguridad pública.
- El campo de combate: cualquier lugar, la casa, la escuela, la oficina, la fábrica, la calle, pero principalmente, nuestra imaginación. Saquear el capital, sus imágenes, sus tecnologías, sus dispositivos, sus mapas, dejar de hacer sexo para el capital. La seguridad es el terreno de punición de nuestras rebeldías.
- Requerimientos básicos: sobredosis de hastío y ganas de convulsionar la pasividad y el estigma.
- Algunos recursos disponibles: ficciones políticas construidas por los feminismos disidentes y queer, un análisis sexopolítico de la economía mundial, el arte y activismo como contra-laboratorios virtuales de producción de identidad. Micro-dosis de alquimia y herejía. Fabulaciones de la multiplicidad de deseos, prácticas y estéticas.

La praxis de insurrectas deviene saber experimental, transformación de conductas sexuales, invención de nuevos lenguajes. Nuestro cuerpo es la plataforma que hace posible la materialización de la imaginación política, conector somático a través del cual circula el poder.
El imaginario de insurrectas no adhiere y combate a la tentación mesiánica: “alguien vendrá a salvarnos”, y a la tentación apocalíptica: “no hay nada que hacer”.

Escribe el manual de la insurrección con tu propio cuerpo.


trolas del desierto, lesbianas pendencieras
neuquén
agosto 2008







martes, agosto 12, 2008

Ni tsunami ni Katrina: Potencia Tortillera en XXIII ENM


¡Se viene Potencia Tortillera al 23 Encuentro Nacional de Mujeres, en Neuquén!