jueves, febrero 21, 2008

A propósito de los preparativos para el 8 de marzo

"La insistencia a priori en la "unidad" de coalición como objetivo asume que la solidaridad, no importa a qué precio, es un pre-requisito para la acción política. ¿Pero qué tipo de política exige ese tipo de compra "por adelantado" de la unidad? Quizá una coalición necesite reconocer sus contradicciones y actuar respetando esas contradicciones. Quizá parte de lo que la comprensión dialógica implica es la aceptación de la divergencia, ruptura, escisión, y fragmentación como parte del a menudo tortuoso proceso de democratización. La noción misma de "diálogo" es culturalmente específica y está delimitada históricamente, y mientras que una persona que habla pueda estar segura de que la conversación se está produciendo, otra puede estar segura de lo contrario. Las relaciones de poder que condicionan y limitan las posibilidades dialógicas deben ser cuestionadas en primer lugar. De otra manera, el modelo de diálogo corre el peligro de volver a caer en el modelo liberal que asume que los/las agentes del diálogo ocupan iguales posiciones de poder, que hablan desde los mismos presupuestos acerca de lo que constituye "el acuerdo" y "la unidad" y que esos son los objetivos a perseguir. Sería erróneo asumir a priori que existe la categoría de "mujeres" que sólo tiene que ser rellenada con los distintos componentes de raza, clase, edad, etnicidad, y sexualidad con el fin de que esté completa. La asunción de la parcialidad esencial de la categoría podría pues servir como ideal normativa exento de fuerza coercitiva.

¿Es "la unidad" necesaria para una acción política efectiva? ¿Es la insistencia prematura en el objetivo de la unidad precisamente la causa de una cada vez más amarga fragmentación de las filas? Ciertas formas de fragmentación reconocidas podrían facilitar la acción de coalición justamente porque "la unidad" de la categoría de las mujeres no es presupuesta ni deseada. ¿Establece "la unidad" una norma excluyente de solidaridad al nivel de la identidad que descalifica la posibilidad a un conjunto de acciones que perturba los mismo límites de los conceptos de identidad, o que intentan conseguir precisamente la perturbación como un objetivo político explícito? Sin el presupuesto u objetivo de "la unidad" que es, en cualquier caso, siempre instituido a un nivel conceptual, las unidades provisionales podrían emerger en el contexto de acciones concretas que tienen unos objetivos distintos de la articulación de la identidad. Si la expectativa obligatoria de que las acciones feministas deban ser instituidas desde alguna identidad consensuada, unificada y estable, esas acciones podrían ser comenzadas más fácil y rápidamente y parecer más afines a un número de "mujeres" para quienes el significado de la categoría es permanentemente discutible".

Judith Butler
Sujetos de sexo / género / deseo.
En Feminaria, Año X, Nº 19, Junio, Buenos Aires, 1997

1 comentario:

Anónimo dijo...

la tia butler...
la tia butler
que grande ..